El signo zodiacal que nos rige manifiesta su influencia en la construcción de nuestra personalidad desde que somos pequeños. Cómo será nuestro carácter, de qué forma veremos el mundo y cómo nos relacionaremos con él son factores directamente ligados al signo bajo el cual hemos nacido.
En el día de hoy nos ocuparemos de contarte cómo son los niños nacidos bajo el Signo Leo, uno de los signos más potentes y vitales del zodiaco en función de la regencia del Sol y del Fuego.
El carácter de los niños Leo
Cuando hablamos del niño de Leo, hablamos de un niño solar, muy cariñoso y al cual le encantara ser siempre el protagonista. En sus primeros meses de vida podrá notarse en sus gestos y movimientos una gran energía y podrá verse como este niño experimenta todo con amor. Pero también podremos vislumbrar su fuerte temperamento el cual manifestarán cuando se sientan insatisfechos en sus deseos.
Desde pequeño el carácter del niño Leo estará bien definido, sobre todo su voluntad será notable, ya que aun desde muy pequeño se apreciara el hecho de que siempre encuentra una manera de hacerse entender cuando quiere algo.
Un pequeño león zodiacal es un niño muy afectivo y obediente a su manera y siempre que se lo eduque con límites que le permitan comprender que hacer siempre su voluntad no es posible. Lo único que puede a veces intervenir con esta obediencia es su deseo constante de descubrir y experimentar.
Gustos y costumbres del niño Leo
Este niño es feliz cuando consigue ser el centro de atención. Se trata de un niño muy histriónico y bastante vanidoso que adora recibir halagos. Posee un brillo en sus ojos y una mirada traviesa que lo hacen increíblemente simpático. Le gusta socializar y recibir nuevos estímulos cada día.
Él bebe de Leo tiene un descanso sereno y dormirá sus horas de noche porque cuando esté despierto gastará mucha energía. Su apetito es siempre generoso y gusta de las comidas suculentas y sabrosas.
A medida que este niño va creciendo puede apreciarse su temperamento vivaz y podrá vérselo cada vez más alegre y temerario. Aquí nuevamente es importante destacar la importancia de manejar la crianza con explicaciones y límites claros.
El niño de Leo es muy particular, aun cuando ama experimentar, también se ama a si mismo y se asegurara de evitar lo que a su opinión le pueda causar dolor. Sabe poner límites razonables a sus propios impulsos.
La regencia del Sol, da a este niño dotes de líder y ya desde muy pequeño podrá vérselo intentando mandar. Igualmente el niño Leo no siempre es consciente de esta cualidad innata de realeza que lo cubre, y entonces se comporta más como un pequeño gatito y no como el León que intenta imponerse ante los demás.
A medida que crece, hacer que este niño se atenga a las directrices de la familia es un tanto difícil. Este niño tiene un fuerte sentido de la justicia acompañada de un tanto de terquedad. Si se desea pedirle obediencia, a este niño habrá que informarlo sobre el porqué y los fundamentos de esas solicitudes.
Verse burlado o menospreciado puede afectarlo mucho y provocar grandes heridas en su susceptibilidad. Su autoestima deberá ser alimentada ya desde temprana edad. Eso si, se aconseja a quienes tengan un niño de Leo no afirmar su autoestima engrosando un orgullo que ya le es abundante sino premiando y dando justo valor a sus progresos.
Generoso, ingenuo, esperanzado y optimista su carácter alegre hace que brille en todas partes. Nada lo enfada más que la sensación de no estar a la altura de las situaciones, ya sea que se trate de la familia, los amigos o la escuela.
Este niño es por demás vulnerable frente a las críticas y muchas veces estas lo paralizan.